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Gracias a su superficie compacta y no porosa, el HPL se limpia y desinfecta fácilmente con agua caliente y los detergentes o desinfectantes de uso doméstico más habituales.
Además, el HPL es antiestático, lo que significa que no atrae el polvo. Por ello, no necesita tratamientos con ceras ni productos que las contengan, ya que estos pueden dejar una película adherente sobre la superficie y con ello favoreces la aparición de suciedad.
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Los laminados HPL no requieren de ningún mantenimiento especial más allá de una limpieza regular. Aun así, aquí compartimos algunas recomendaciones sencillas para su correcto mantenimiento.
Mantenimiento y limpieza
Los laminados HPL no requieren de ningún mantenimiento especial más allá de una limpieza regular. Aun así, aquí compartimos algunas recomendaciones sencillas para su correcto mantenimiento.
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